Se disparan los delitos informáticos en España

La Fiscalía General del Estado ha hecho públicos los datos referidos al último año en lo que a delitos informáticos se refiere y los resultados no pueden calificarse de otra manera más que sorprendentes. Durante el año 2014, con un total de 20.534 procedimientos judiciales abiertos, las causas por delitos relacionados con internet han crecido un 71% respecto al año inmediatamente anterior lo que a su vez representa un crecimiento acumulado del 210% durante los cuatro años que abarcan el período entre 2011 y 2014.

Ante estas alarmantes cifras cabe preguntarse por qué, a pesar de las últimas reformas legislativas y el incremento de la efectividad en la lucha contra la ciberdelincuencia, los delitos informáticos continúan protagonizando este, aparentemente, imparable ascenso. Las causas resultan relativamente lógicas, a la par que sencillas: el abaratamiento de la conexión a internet unido al continuo desarrollo de las nuevas tecnologías y, por consiguiente, también su abaratamiento, ha ocasionado que cada vez sea mayor el número de usuarios conectados a internet que poseen equipos informáticos, ya sea ordenadores personales de sobremesa o portátiles, ya se dispositivos móviles (smartphones y tablets). Así, las oportunidades para los delincuentes informáticos cada vez son mayores.

La variedad de delitos informáticos en España es muy amplia. El principal de ellos es la estafa. Casi el 85% de los delitos llevados a cabo mediante el uso de la red de redes y las nuevas tecnologías tienen como objetivo el enriquecimiento ilícito sin embargo, no es el único acto delictivo:

  • Los delitos contra la intimidad, especialmente contra menores y el ciber acoso, también han experimentado un notable crecimiento.
  • Los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, que contemplan también el acceso sin consentimiento a sistemas y bases de datos ajenas así como a redes sociales con fines de suplantación de identidad, es el delito que experimenta un mayor crecimiento.
  • Falsedad documental, sobre todo manipulación de contratos e imágenes.
  • Coacciones y amenazas, injurias y calumnias.
  • Daños y sabotajes de equipos informáticos y bases de datos.
  • Delito de suplantación de identidad.
  • Incumplimiento de contratos en lo que a creación de software y webs se refiere.
  • Delitos contra la propiedad intelectual: descargas ilegales y/o piratería, plagios, divulgación de información por medios sociales sin consentimiento, etc.
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